Muy, muy dentro mío sé que soy frágil.
Aunque todo mi exterior grite y se mueva demostrado lo opuesto lo cierto es que aún hay demonios a los que no me atrevo a enfrentar.
Hay mounstruos habitando en mi...
Que me consumen, que se alimentan de mis miedos. Que esperan el silencio después de las lágrimas para poder atacar-me. Cortan campo y ganan terreno, susurran en mis oídos... Me anulan la razón, se torna utopico deslizarse con confianza.
Soy un ser sin amor propio, autodestructivo... incompasivo.
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