domingo, 28 de diciembre de 2014

“Me imagino el día en que al fin nos desnudemos de esta ausencia, el día en que no tengamos las horas contadas; que al despertar lo primero que haga sea besarte y decirte «buenos días, mi amor». Me imagino el día en que la única distancia entre nosotros sea el grosor de la pijama, y poder besarte a todas horas mientras vamos conociendo cada manía y cada gesto del otro.
Me imagino el día en que nuestros cuerpos estén tan unidos como nuestras almas lo están, que la única despedida que nos espere sea esa de decirte «hasta mañana, mi vida».”

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